Los vikingos poblaron Escandinavia entre los años 750 y 1100. Campesinos, comerciantes y artesanos al principio, hacia el siglo IX se hicieron salteadores y piratas, y aterrorizaron Europa occidental. Con el tiempo, muchos de ellos se hicieron sedentarios, alejándose de las costas escandinavas par colonizar nuevas tierras.
Los vikingos adquirieron la reputación de guerreros valientes y despiadados, pero también eran hábiles artesanos que crearon hermosas piezas de arte y objetos de todo tipo.
Cada año, los arqueólogos realizan sorprendentes descubrimientos que se añaden a lo que se conoce de este pueblo. La información de la que se dispone se ha conseguido a partir de varias fuentes. Al estudiar los restos de las ciudades comerciales vikingas, las casas y los talleres de artesanos, se ha averiguado como eran sus métodos de construcción y las herramientas que usaban.
Cada año, los arqueólogos realizan sorprendentes descubrimientos que se añaden a lo que se conoce de este pueblo. La información de la que se dispone se ha conseguido a partir de varias fuentes. Al estudiar los restos de las ciudades comerciales vikingas, las casas y los talleres de artesanos, se ha averiguado como eran sus métodos de construcción y las herramientas que usaban.
En la cultura vikinga era costumbre enterrar a los muertos con todas sus pertenencias. En las tumbas se han encontrado armas, mobiliario, joyas y ropa. Todos estos objetos nos han dado mucha información sobre la vida diaria de `los pueblos del norte´. Objetos procedentes de otras tierras nos han indicado las rutas de los viajes que realizaron, las ciudades que asaltaron y donde realizaron sus actividades de comercio.
Gran parte de la información que conocemos acerca de los vikingos procede de relatos escritos por personas que entraron en contacto con ellos. Algunas fueron las mismas victimas de los asaltos vikingos, otras fueron musulmanes (árabes) o cristianos que no adoraban a los dioses vikingos. Los autores de estos relatos fueron, evidentemente, bastante parciales en lo que conciernte a los hombres venidos del norte. Los mismos vikingos, también, narraron historias de sus hazañas. Han sobrevivido algunas de estas historias, llamadas sagas, gracias a que se transmitieron por vía oral de generación en generación antes de que los eruditos critianos las transcribieran en el siglo XIII. Sus relatos nos pueden dar una idea muy precisa del carácter de los vikingos y de su espíritu de aventura.
Gran parte de la información que conocemos acerca de los vikingos procede de relatos escritos por personas que entraron en contacto con ellos. Algunas fueron las mismas victimas de los asaltos vikingos, otras fueron musulmanes (árabes) o cristianos que no adoraban a los dioses vikingos. Los autores de estos relatos fueron, evidentemente, bastante parciales en lo que conciernte a los hombres venidos del norte. Los mismos vikingos, también, narraron historias de sus hazañas. Han sobrevivido algunas de estas historias, llamadas sagas, gracias a que se transmitieron por vía oral de generación en generación antes de que los eruditos critianos las transcribieran en el siglo XIII. Sus relatos nos pueden dar una idea muy precisa del carácter de los vikingos y de su espíritu de aventura.
Las personas que vivían en la Escandinavia durante la era vikinga hablaban un idioma que hoy se conoce como nórdico antiguo. Los expertos creen que los pueblos que vivían en las zonas que hoy son Noruega, Dinamarca y Suecia hablaban versiones muy similares de este idioma, y que , por tanto, podían entenderse sin dificultad.
Cuando llegaba a su fin el siglo VIII, Escandinavia era una zona muy próspera. Los expertos creen que esta prosperidad condujo a un aumento de la población. La limitada tierra de cultivo no fue capaz de dar suficiente alimento al cada vez mayor número de escandinavos. Por todo ello, comenzaron a atacar las tierras vecinas, regresando a sus hogares con sus barcos repletos de botines y esclavos. Los saqueadores de Dinamarca y de Noruega navegaron hacia el oeste. Atacaron Inglaterra y Europa continental, y exploraron el Atlántico en busca de nuevas tierras que colonizar. Los guerreros suecos cruzaron el Báltico hasta llegar a Europa oriental y siguieron más lejos aún. No todos los vikingos eran piratas sanguinarios o colonos. Muchos permanecieron en sus casas viviendo y trabajando en paz.
Los vikingos procedían de áreas de Escandinavia que en la actualidad corresponden a los países de Dinamarca, Noruega y Suecia. Escandinavia es hoy, al igual que era en la época de los vikingos, un lugar de grandes contrastes, tanto en geografía como en clima.
LOS BARCOS VIKINGOS
Este pueblo era u hábil constructor de barcos, de tal forma que realizaron algunos de los mejores barcos de su tiempo. Les ponían nombre sonoros como Serpiente larga, Pájaro marino, Surcador de las olas o Cuervo del viento. Incluso escribían poemas sobre ellos y los representaban tallados en piedra. Los barcos eran fundamentales para su modo de vida y los construyeron de distintas formas y tamaños. Los barcos de guerra y los mercantes les permitían realizar incursiones e tierras extranjeras y ofrecían a los colonos y exploradores la oportunidad de cruzar los mares en busca de nuevas tierras y riquezas. En su territorio, los vikingos, utilizaban barcos de pesca, balsas y canoas.
Los barcos vikingos más famosos eran espectaculares barcos de guerra, llamados Drakar (barcos dragones). Eran navíos largos y esbeltos, rápidos, fuertes y lo bastante ligeros par a poder moverlos a remo o incluso transportarlos por tierra en caso necesario. Estos barcos estaban diseñados para remontar los ríos poco profundos o incluso las playas en declive cuando querían realizar algún ataque por sorpresa.
Los Drakar solían ser de roble y medían unos 18 m de largo y unos 2,5 m de ancho. El número de remos variaban de 26 a 70. Estaban dispuestos en los laterales del barco. Como timón utilizaban un remo grande, situado en la popa, en la parte derecha del barco.
El barco usado por los comerciantes y colonos vikingos se llamaba Knorr. Era más ancho, más profundo y más lento que el Drakar, y podía transportar de 30 a 40 personas. En su parte central había una gran zona abierta donde se podía estibar la carga.
LAS CLASES SOCIALES
En las primeras épocas vikingas, Escandinavia se dividía en varios reinos. Los reyes no eran muy poderosos porque casi todas las comunidades eran leales al jefe local. El rey presidía rituales religiosos y dirigía a sus súbditos a la batalla. Debía mantenre un grupo de hombres dispuestos a luchar y barcos para proteger a su pueblo y sus propiedades de los posibles ataques.
Cada rey vikingo controlaba una zona de territorio. Conseguían sus riquezas haciendo incursiones y gravando el comercio, pero un reino vikingo podía tener varias familias poderosas o nobles, además del rey. Los líderes de estas familias se llamaban Jarls. Los reyes dependían de su apoyo para conservar el poder y, a su vez, los Jarls exigían la lealtad de los Karls u hombres libres y los Thralls o esclavos. No obstante, a mediados del siglo XI, la figura del rey se hizo más fuerte y los Jarls perdieron poder.
Los Jarls eran los más ricos y poderosos. Eran jefes aristócratas y solían poseer y gobernar grandes áreas de tierra. Un Jarl solía contar con una pequeña banda de guerreros que luchaban por él cuando era necesario. Si se hacía una expedición para conseguir riquezas, a-viking, muchos hombres de su comunidad se unían a la expedición.
El grupo más extenso de la sociedad vikinga estaba formado por los Karls, que eran hombres y mujeres libres. Muchos Karls poseían sus propias granjas, otros arrendaban la tierra a ricos terratenientes. En la época vikinga, el hijo mayor heredaba la tierra. Los hijos más jóvenes tenían que buscarse la vida, por tanto se unían a grupos de saqueadores para conseguir riquezas en otras tierras o se convertían en soldados o comerciantes profesionales. Otros se volvían cazadores, pescadores o artesanos. Los Karls más pobres trabajaban como siervos o campesinos en las granjas.
Los esclavos vikingos se llamaban Thralls. No tenían ningún derecho y se compraban y vendían como cualquier otro tipo de propiedad. Muchos esclavos eran capturados en las incursiones o guerras. Algunos eran Karls que habían perdido su libertad después de sufrir bancarrota o de haber cometido un delito. Los niños Thralls tenían el mismo estatus que sus padres. La mayoría de los esclavos se dedicaban al servicio doméstico o trabajaban en las granjas. Algunos esclavos eran artesanos que ganaban un salario. Los que se esforzaban en trabajar y ahorraban dinero podían comprar su libertad y la de su familia.
LAS CIUDADES
La mayoría de los asentamientos de la época vikinga eran pequeñas comunidades agrícolas que surgieron en zonas de tierra fértil. Había, sin embargo, unas cuantas ciudades que llegaron a sr importantes enclaves comerciales. Las más famosas eran Hedeby (Dinamarca) y Birka (Suecia). Los arqueólogos han escavado también ciudades vikingas en York (Inglaterra) y en Dublín (Irlanda). Las ciudades vikingas estaban muy pobladas, además, eran muy sucias y estaban sumamente contaminadas por el humo que procedía de las chimeneas de las casas.
Los asrtesasnos se trasladaban a las ciudades en busca de protección y para estar más cerca de sus clientes. Comerciantes de muy diversa procedencia acudían a comprar artículos vikingos como pieles, marfil de morsa y halcones. También adquirían esclavos y artículos que los comerciantes vikingos habían traido de lejanas tierras de Oriente, como sedas, especias y vino.
CONQUISTAS E INCURSIONES MILITARESSurcando los mares en sus veloces barcos, los vikingos hacían incursiones relámpago a lo largo de las costas del norte de Europa. Sus ataques eran rápidos y despiadados, y siembre iban dirigidos a objetivos desprotegidos como casas e iglesias. Todo aquel que osaba enfrentarse a los guerreros nórdicos era eliminado sin piedad por una espada o un hacha de batalla. Los ataques comenzaron a finales del siglo VIII. Mucho antes, los vikingos ya habían atacado asentamientos del interior. Navegando por los ríos de Francia y Alemania, robaron tesoros y sembraron el terror entre la población allí donde iban.
Las incursiones vikingas casi siempre tenían éxito. Tres características les daban la ventaja frente a sus contrincantes:
La primera incursión vikinga documentada fue el ataque al monasterio de Lindisfarne, al norte de Inglaterra, en 793 d. C. A partir de este año se hicieron bastante frecuentes este tipo de acciones, señalando como principales objetivos el norte de Francia, el mar del Norte y las costas británicas del canal de la Mancha. Los grupos atacantes tambien navegaron por los ríos Sena y el Rhin. Algunos barcos vikingos incluso llegaron al Mediterráneo, hasta las costas de Hispania y Al-Andalus e Italia.
El primer vikingo que se asentó en Islandia fue un noruego llamado Ingólfur Arnarson, que partió hacia el nuevo territorio a principios de la década de 870 d. C. Cuando avistó tierra, tiro por la borda unos postes sagrados de madera, en los que estaba tallada la imagen del dios nórdico Thor. Ingólfur había jurado establecerse allí donde cayeran. Algún tiempo después regresó con su familia y levantó una granja cerca de la bahía donde se hallaron los postes. En la bahía se construyó un pueblo que más tarde se convertiría en la capital, Reikiavik.
En el año 983 d. C., el marino vikingo Erick el Rojo partió de Islandia en un viaje de exploración. Descubrió un territorio frío, rocoso y virgen. Lo llamó Groenlandia y persuadió a otros para que se asentaran allí con él. Aunque parecía inhóspito, aquella tierra contaba con recursos naturas y abundantes, como renos para la carne, zorros y armiños para el comercio de pieles y morsas para el marfil. A pesar de ser un territorio helado y estéril, Groenlandia se convirtió en el hogar de una pequeña, pero floreciente, colonia vikinga.
Para muchos vikingos, convertirse al cristianismo era una forma de adquirir poder y territorios. En el año 911, un jefe vikingo llamado Göngu-Hrolf lideró una gran flota por el río Sena, en Francia. Horlf saqueó las ciudades de París y Chartres, obligando al rey Carlos III de Francia a alcanzar un acuerdo para evitar el derramamiento de sangre. El rey francés permitió a Hrolf y a sus seguidores ocupar las tierras del norte de Francia, a condición de que se convirtieran al cristianismo y defendieran la costa frente a otros invasores. El jefe vikingo y sus seguidores pasaron a llamarse los normandos, su tierra Normandía, y Hrolf pasó a ser conocido por el nombre francés de Rollon.
Los vikingos que se asentaron en Normandía (noroeste de Francia), en el año 911 se mezclaron con los lugareños y crearon una sociedad nueva y poderosa. Unos 150 años después, los normandos abrazaron proyectos de conquista. En el ano 1066, organizaron la invasión de Inglaterra. Liderados por Gillermo, duque de Normandía, derrotaron a las fuerzas anglosajonas del rey Harold Godwinson en la batalla de Hastings. Los hechos de la conquista están representados en el Tapiz de Bayeaux, un bordado de 50 cm de ancho y 70 m de largo.
Este pueblo era u hábil constructor de barcos, de tal forma que realizaron algunos de los mejores barcos de su tiempo. Les ponían nombre sonoros como Serpiente larga, Pájaro marino, Surcador de las olas o Cuervo del viento. Incluso escribían poemas sobre ellos y los representaban tallados en piedra. Los barcos eran fundamentales para su modo de vida y los construyeron de distintas formas y tamaños. Los barcos de guerra y los mercantes les permitían realizar incursiones e tierras extranjeras y ofrecían a los colonos y exploradores la oportunidad de cruzar los mares en busca de nuevas tierras y riquezas. En su territorio, los vikingos, utilizaban barcos de pesca, balsas y canoas.
Los barcos vikingos más famosos eran espectaculares barcos de guerra, llamados Drakar (barcos dragones). Eran navíos largos y esbeltos, rápidos, fuertes y lo bastante ligeros par a poder moverlos a remo o incluso transportarlos por tierra en caso necesario. Estos barcos estaban diseñados para remontar los ríos poco profundos o incluso las playas en declive cuando querían realizar algún ataque por sorpresa.
Drakar vikingo
Los Drakar solían ser de roble y medían unos 18 m de largo y unos 2,5 m de ancho. El número de remos variaban de 26 a 70. Estaban dispuestos en los laterales del barco. Como timón utilizaban un remo grande, situado en la popa, en la parte derecha del barco.
El barco usado por los comerciantes y colonos vikingos se llamaba Knorr. Era más ancho, más profundo y más lento que el Drakar, y podía transportar de 30 a 40 personas. En su parte central había una gran zona abierta donde se podía estibar la carga.
LAS CLASES SOCIALES
En las primeras épocas vikingas, Escandinavia se dividía en varios reinos. Los reyes no eran muy poderosos porque casi todas las comunidades eran leales al jefe local. El rey presidía rituales religiosos y dirigía a sus súbditos a la batalla. Debía mantenre un grupo de hombres dispuestos a luchar y barcos para proteger a su pueblo y sus propiedades de los posibles ataques.
Cada rey vikingo controlaba una zona de territorio. Conseguían sus riquezas haciendo incursiones y gravando el comercio, pero un reino vikingo podía tener varias familias poderosas o nobles, además del rey. Los líderes de estas familias se llamaban Jarls. Los reyes dependían de su apoyo para conservar el poder y, a su vez, los Jarls exigían la lealtad de los Karls u hombres libres y los Thralls o esclavos. No obstante, a mediados del siglo XI, la figura del rey se hizo más fuerte y los Jarls perdieron poder.
Los Jarls eran los más ricos y poderosos. Eran jefes aristócratas y solían poseer y gobernar grandes áreas de tierra. Un Jarl solía contar con una pequeña banda de guerreros que luchaban por él cuando era necesario. Si se hacía una expedición para conseguir riquezas, a-viking, muchos hombres de su comunidad se unían a la expedición.
El grupo más extenso de la sociedad vikinga estaba formado por los Karls, que eran hombres y mujeres libres. Muchos Karls poseían sus propias granjas, otros arrendaban la tierra a ricos terratenientes. En la época vikinga, el hijo mayor heredaba la tierra. Los hijos más jóvenes tenían que buscarse la vida, por tanto se unían a grupos de saqueadores para conseguir riquezas en otras tierras o se convertían en soldados o comerciantes profesionales. Otros se volvían cazadores, pescadores o artesanos. Los Karls más pobres trabajaban como siervos o campesinos en las granjas.
Los esclavos vikingos se llamaban Thralls. No tenían ningún derecho y se compraban y vendían como cualquier otro tipo de propiedad. Muchos esclavos eran capturados en las incursiones o guerras. Algunos eran Karls que habían perdido su libertad después de sufrir bancarrota o de haber cometido un delito. Los niños Thralls tenían el mismo estatus que sus padres. La mayoría de los esclavos se dedicaban al servicio doméstico o trabajaban en las granjas. Algunos esclavos eran artesanos que ganaban un salario. Los que se esforzaban en trabajar y ahorraban dinero podían comprar su libertad y la de su familia.
LAS CIUDADES
La mayoría de los asentamientos de la época vikinga eran pequeñas comunidades agrícolas que surgieron en zonas de tierra fértil. Había, sin embargo, unas cuantas ciudades que llegaron a sr importantes enclaves comerciales. Las más famosas eran Hedeby (Dinamarca) y Birka (Suecia). Los arqueólogos han escavado también ciudades vikingas en York (Inglaterra) y en Dublín (Irlanda). Las ciudades vikingas estaban muy pobladas, además, eran muy sucias y estaban sumamente contaminadas por el humo que procedía de las chimeneas de las casas.
Los asrtesasnos se trasladaban a las ciudades en busca de protección y para estar más cerca de sus clientes. Comerciantes de muy diversa procedencia acudían a comprar artículos vikingos como pieles, marfil de morsa y halcones. También adquirían esclavos y artículos que los comerciantes vikingos habían traido de lejanas tierras de Oriente, como sedas, especias y vino.
A. Empalizada. B. Casa vikinga. C. Drakar.
D. Desembocadura del río y pequeña bahía. E. Vikingos.
CONQUISTAS E INCURSIONES MILITARESSurcando los mares en sus veloces barcos, los vikingos hacían incursiones relámpago a lo largo de las costas del norte de Europa. Sus ataques eran rápidos y despiadados, y siembre iban dirigidos a objetivos desprotegidos como casas e iglesias. Todo aquel que osaba enfrentarse a los guerreros nórdicos era eliminado sin piedad por una espada o un hacha de batalla. Los ataques comenzaron a finales del siglo VIII. Mucho antes, los vikingos ya habían atacado asentamientos del interior. Navegando por los ríos de Francia y Alemania, robaron tesoros y sembraron el terror entre la población allí donde iban.
Las incursiones vikingas casi siempre tenían éxito. Tres características les daban la ventaja frente a sus contrincantes:
- Terror: el aspecto terrorífico de los vikingos y sus gritos espeluznantes aterrorizaban a sus enemigos, facilitando la tarea a los atacantes.
- Velocidad: los nórdicos atacaban deprisa, cogían lo que querían y se replegaban antes de que sus victimas pudieran defenderse.
- Crueldad: los vikingos mataban a todo aquel que se interpusiera en su camino y confiaban en la lucha cuerpo a cuerpo. No demostraban piedad por los indefensos como monjes, mujeres o ancianos.
Invasiones vikingas (Normandas) en Europa
La primera incursión vikinga documentada fue el ataque al monasterio de Lindisfarne, al norte de Inglaterra, en 793 d. C. A partir de este año se hicieron bastante frecuentes este tipo de acciones, señalando como principales objetivos el norte de Francia, el mar del Norte y las costas británicas del canal de la Mancha. Los grupos atacantes tambien navegaron por los ríos Sena y el Rhin. Algunos barcos vikingos incluso llegaron al Mediterráneo, hasta las costas de Hispania y Al-Andalus e Italia.
En ocasiones era más fácil y seguro, para las victimas de los vikingos, pagar a los guerreros par aque no atacaran. Estos pagos eran los Denegeld (oro danés). Las cantidades exigidas eran totalmente desorbitadas. En 1007 d. C., los ingleses entregaron a los vikingos 13.436 kilogramos de plata (el equivalente al peso de 200 hombres). Tantas riquezas se pagaron en Inglaterra, que se ha encontrado más dinero inglés de sta época en Noruega, Dinamarca y Suecia que en la propia Inglaterra.
El primer vikingo que se asentó en Islandia fue un noruego llamado Ingólfur Arnarson, que partió hacia el nuevo territorio a principios de la década de 870 d. C. Cuando avistó tierra, tiro por la borda unos postes sagrados de madera, en los que estaba tallada la imagen del dios nórdico Thor. Ingólfur había jurado establecerse allí donde cayeran. Algún tiempo después regresó con su familia y levantó una granja cerca de la bahía donde se hallaron los postes. En la bahía se construyó un pueblo que más tarde se convertiría en la capital, Reikiavik.
En el año 983 d. C., el marino vikingo Erick el Rojo partió de Islandia en un viaje de exploración. Descubrió un territorio frío, rocoso y virgen. Lo llamó Groenlandia y persuadió a otros para que se asentaran allí con él. Aunque parecía inhóspito, aquella tierra contaba con recursos naturas y abundantes, como renos para la carne, zorros y armiños para el comercio de pieles y morsas para el marfil. A pesar de ser un territorio helado y estéril, Groenlandia se convirtió en el hogar de una pequeña, pero floreciente, colonia vikinga.
Para muchos vikingos, convertirse al cristianismo era una forma de adquirir poder y territorios. En el año 911, un jefe vikingo llamado Göngu-Hrolf lideró una gran flota por el río Sena, en Francia. Horlf saqueó las ciudades de París y Chartres, obligando al rey Carlos III de Francia a alcanzar un acuerdo para evitar el derramamiento de sangre. El rey francés permitió a Hrolf y a sus seguidores ocupar las tierras del norte de Francia, a condición de que se convirtieran al cristianismo y defendieran la costa frente a otros invasores. El jefe vikingo y sus seguidores pasaron a llamarse los normandos, su tierra Normandía, y Hrolf pasó a ser conocido por el nombre francés de Rollon.
Los vikingos que se asentaron en Normandía (noroeste de Francia), en el año 911 se mezclaron con los lugareños y crearon una sociedad nueva y poderosa. Unos 150 años después, los normandos abrazaron proyectos de conquista. En el ano 1066, organizaron la invasión de Inglaterra. Liderados por Gillermo, duque de Normandía, derrotaron a las fuerzas anglosajonas del rey Harold Godwinson en la batalla de Hastings. Los hechos de la conquista están representados en el Tapiz de Bayeaux, un bordado de 50 cm de ancho y 70 m de largo.
Tapiz de Bayeaux
Alrededor del año 1001 d. C., los vikingos llegaron a Norteamérica, estableciéndose en Terranova, y viajando también hacia el sur, donde descubrieron un nuevo país. Según un relato vikingo, el hijo de Erik el Rojo, Leif Ericson, descubrió el nuevo territorio. Leif, quien lo describió como un lugar donde crecían las viñas, decidió llamarlo Vinland, o tierra de viñas.